En los entrenamientos se remarca mucho la mirada a los ojos del público, la mirada a los ojos del compañero. Esto que al comienzo parece ser sólo un detalle cobra una dimensión infinita cuando comenzamos a adentrarnos en el universo que son los ojos de cada ser.
Para mi fue sorprendente descubrir que muchas veces cuando "miraba a los ojos" a alguien, en realidad estaba mirando hacia adentro, esquivando la mirada, tal vez sintiendo que tenia algo que esconder. Porque en la mirada se ve todo. Y eso es lo mágico y genial de esto. Aprender que todo lo aparentemente escondible deja de serlo cuando se acepta, se muestra sin juicio, tal cual es.
Soy esto que soy, ahora, y me animo a mostrarlo, a compartirlo, a dejar que los otros se vean en mi, me expongo.
Y creo que esto es algo que un payaso debe aprender si o si. A salir al escenario a mostrarse intimamente.
A cautivar al mundo siendo simplemente si mismo.
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Payasa Mora Grinblat
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