¿Qué es "La Nacional"?
Estoy feliz de pertenecer a esta Escuela. Tengo un espacio en que puedo jugar sin límites, donde trascendemos nuestras personas, nuestro Yo, todas las apariencias, nos quitamos las máscaras y nos mostramos en estado de pureza, de verdad, algo que lo siente intensamente tanto el que lo está observando como el que lo hace. Eso es lo que hacemos dia a dia los payasos de la Nacional.
Y hay algo todavía mejor todavía: tenemos un grupo. Si bien sus integrantes varían, van y vienen, entran payasos nuevos constantemente, hay un grupo que se prepara toda la semana, que se esfuerza y sale a improvisar todos los domingos en C.C. Trivenchi.
En la Escuela Nacional de Payasos tenés la oportunidad de conocer y disponer de payasos muy interesantes, comprometidos, apasionados con los que podés compartir tus entrenamientos.
"Dime con quién andás y te diré quién eres". Siempre trabajamos en que el grupo funcione integrado, solidariamente y que tengamos buena energía. No es cosa simple, hay que estar atentos para que todo funcione. Atentos porque uno se cuelga, el otro se deprime, el otro se desconecta: todo tiene que contemplarse para que estas cosas se reviertan y no se produzcan crisis.
Los payasos tenemos que tener fuerza, garra, pasión, compromiso hasta ser fuertes como guerreros. No todo se aprende con alegrías, fiestas y sonrisas. Más bien el aprendizaje está ligado a los tropezones, problemas, altibajos, malos momentos. El problema no es tener un problema sino tener la suficiente fuerza de espíritu para poder encontrarle una salida, superarlo y seguir adelante.
Si hay algo que aprendí durante mi paso por la Nacional es a no bajar los brazos. El camino del artista es asi: arriesgado. Entendí que no es fácil, que no alcanza con pasion, talento y amor al arte. Más bien, eso es lo que sobra, todos tenemos esas ganas! No todos están dispuestos a esforzarse, a dar todo lo que pueden, a trabajar, entrenar, tener dificultades, poder superarlas...
Eso es lo que te pide "La Nacional": un verdadero compromiso. Y para mi no hay nada mejor que eso. Pago por estar en un lugar en el que constantemente me estimulan y me recuerdan que tengo que seguir esforzándome, que puedo dar más.
Me imagino que debe ser una problemática frecuente: por ejemplo, un malabarista tiene que levantarse todas las mañanas y tirar pelotitas durante horas para lograr los trucos. Necesita mucha disciplina. Si es medio vago quizás le cueste ponerse a entrenar y prefiera seguir durmiendo. Yo me comprometo con la Escuela Nacional de Payasos porque quiero que exigan esa disciplina, que me recuerden que tengo que seguir entrenando, porque de lo contrario, si dependiera de mi, me quedaría durmiendo.
Uno siempre busca los resultados inmediatos. Pero detrás de un resultado, hay un trabajo, un esfuerzo y una dedicación que no fueron tan placenteros. Hay que esforzarse y luchar para conseguir lo que uno quiere.
Yo le pago a Fogonazo para que esté ahí, como la voz de mi conciencia, recordándome que tengo que seguir trabajando para encontrar algún día un resultado.
Si hay algún tipo de persona que abunda en la Escuela Nacional de Payasos son los soñadores, los que aman lo que hacen, los apasionados que están dispuestos a todo por seguir adelante. Hasta ahora no dejo de encontrarme con personas maravillosas.
Somos un grupo que su esencia es de locos, soñadores, artistas, descocados, luchadores, sensibles... Nos sostenemos a través del trabajo, el compromiso, la garra, las ganas que tenemos. Imagínense que nadie llega tarde ni falta a los entrenamientos jamás. No sabría explicar porque tenemos tantas ganas pero se que es una energía que te lleva, te arrastra y te da fuerza, hay que aprovecharla!
Fogo es un GRAN MAESTRO. Me enseñó a creer, a crear y a esforzarme por lo que quiero hacer. Me ayudó a construir algo con lo que soy.
Es un trabajo difícil ser entrenador. Generalmente nos dice lo que no queremos escuchar: la verdad. Está para recordarnos que "te estás colgando, estás con la cabeza en cualquier lado", "estás haciendo las cosas a medias","no estás comprometido" o "mirá la actitud que tuviste frente al grupo". Al principio, escuchar la verdad resulta molesto y cuesta aceptarla. Produce rechazo. Generalmente, luego de un poco de enojo, terminás reconociendo que tiene razón y se produce un cambio en vos. Eso es muy bueno! acostumbrarse a cambiar y a reconocer los errores nos hace mejores personas y ayuda mucho para trabajar en equipo.
A todos los payasos o futuros payasos que quieran venir a la Escuela Nacional de Payasos les recomiendo que prueben, que se tiren a la pileta y se dejen llevar. No se van a arrepentir de vivir una experiencia intensa y maravillosa.
Soy una convencida de que todo lo que hagas con verdadera convicción, amor y dediques en ello toda tu energía, luego eso se transforma y vuelve.
A todas la personas en general que quieran saber de qué se trata, acerquense a "Payasos Improvisando" los domingos al Centro Cultural Trivenchi y observen nuestros entrenamientos abiertos al público. Van a encontrar como un "gimnasio de payasos". Chistes, risas, mucho humor, situaciones imprevistas y verdaderas, payasos despojados de toda máscara, que se atreven a improvisar durante 1 hora seguida todas las semanas, un desafío. No lo van a ver en ningún otro lado, es una propuesta única.
Ya vamos por la 10ma función y pensamos seguir y seguir. No queremos parar!
Aguante la Nacional! Felicito al creador y a todos los que la sostienen. Al final, no necesitamos edificio, luces, escenario, folletos, página de internet, nada. Somos una idea puesta en práctica. Formamos un espíritu colectivo, esa es para mi la esencia de la Nacional.
Por Maru Del Médico.
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